Guía de compra: ¿Cómo elegir el mejor carrito gemelar?

Elegir un carrito gemelar puede parecer doblemente complicado que elegir un carrito individual – al fin y al cabo, hay que pensar en las necesidades de dos bebés a la vez y en la logística de moverse con un artefacto más grande de lo habitual. En esta guía de compra te explicamos los criterios clave en los que debes fijarte para encontrar el cochecito doble perfecto para tus gemelos (o mellizos, o hermanos de distinta edad). Analizaremos desde el tipo de carrito (paralelo vs tándem) hasta detalles como las ruedas, el plegado, la compatibilidad con sillas de coche y más. ¡Vamos paso a paso!

 

Índice



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1. Tipo de carrito gemelar: paralelo vs tándem

El primer gran dilema es elegir qué formato de carrito doble te conviene: lado a lado (paralelo) o en línea (tándem). Ambos tienen sus ventajas e inconvenientes:

¿Cuál elegir? Depende mucho de tu entorno y preferencias. Si vives en una zona con calles amplias, en casa con puertas estándar modernas y valoras que tus gemelos vayan uno al lado del otro, un paralelo suele ser genial. Si por el contrario tienes limitaciones de espacio serias (puertas estrechas, ascensor diminuto, transporte público frecuente), quizás un tándem te ahorrará dolores de cabeza. Piensa también en la comunicación con tus bebés: en un paralelo puedes ver a ambos fácilmente; en un tándem, normalmente solo al que mire hacia ti (aunque muchos permiten girar las sillas). En general, muchos padres de gemelos optan por paralelos si el espacio lo permite, por la comodidad de trato igualitario, pero los tándem han salvado a familias en pisos antiguos donde literalmente un paralelo no entraba por la puerta.

2. Dimensiones y espacio disponible

Las dimensiones del carrito gemelar son un factor crítico. Aquí debes considerar tanto el ancho (para puertas y espacios de paso), como la longitud (especialmente en tándems) y la altura plegado (para el maletero del coche o almacenaje en casa).

En definitiva, mide tu entorno (puertas, ascensor, maletero) y elige un carrito que se adapte a él. A veces la decisión paralelo vs tándem viene condicionada por esto más que por preferencia personal. La buena noticia es que hoy en día hay gemelares paralelos tan estrechos como 63-65 cm que resuelven gran parte de los problemas de espacio, así que cada vez menos familias se ven obligadas a un tándem por este motivo.

3. Peso del carrito y capacidad de carga

El peso del carrito gemelar influye en dos aspectos: la facilidad de manejo (un carrito más ligero es más ágil de empujar, girar y cargar en el coche) y la estabilidad/robustez (un carrito algo más pesado suele ser más robusto y estable al rodar, aunque no siempre).

En resumen, un carrito gemelar ligero y con buena capacidad de carga es el ideal. De los mencionados, por ejemplo el MAST Twin X combina 11 kg de peso propio con 25 kg de carga por niño – excelente si buscas ligereza y uso prolongado. Pero si primará la estabilidad o vivirás en zona ventosa (un carrito muy ligero puede moverse solo con viento fuerte), quizá no te importe ir a uno de peso medio. Piensa también en ti: ¿podrás levantar X kilos para meterlo al coche sin lesionarte? Aquí cada kilo cuenta doble (nunca mejor dicho 😅).

4. Facilidad de plegado y transporte

La facilidad de plegado es fundamental en cualquier carrito, y en uno gemelar más aún dado su tamaño. Querrás un mecanismo de plegado que sea rápido, sencillo y preferiblemente se pueda hacer con una mano (mientras con la otra sujetas a los peques, por ejemplo).

En resumen, la prueba del plegado en tienda es obligatoria si puedes: intenta plegarlo tú mismo, verifica que no sea un proceso engorroso (porque lo harás cientos de veces). Y ojo, que plegar un gemelar con dos bebés impacientes en brazos puede ser todo un show si no es fácil… ¡Elige sabiamente para ahorrarte sudores!

5. Ruedas, suspensión y maniobrabilidad

El sistema de ruedas y suspensión determina en gran medida cómo de cómodo será el paseo y en qué terrenos podrás usar el carrito sin problemas.

Consejo: Piensa por dónde pasearás principalmente. Si vives en ciudad con aceras lisas y apenas coges coche, unas ruedas medianas de espuma/EVA con buena suspensión te servirán bien. Si en tu zona hay parques de tierra, caminos o empedrados, quizás valores ruedas neumáticas o PU de mayor tamaño. Y si eres muy “outdoors” y hasta querrías trotar, existe algún gemelar jogger (tipo Thule Urban Glide Double) diseñado para correr, aunque son casos muy específicos.

6. Compatibilidad con portabebés y uso desde el nacimiento

Con gemelos, la logística desde el nacimiento es importante: ¿quieres llevarlos en capazos, en los portabebés del coche, o en las sillas reclinadas directamente? Un buen carrito gemelar debería ofrecer soluciones para recién nacidos, ya que la mayoría de modelos de silla de paseo no son adecuados para bebés menores de 6 meses salvo que reclinen totalmente horizontales.

En resumen, si tus bebés van a nacer pronto, busca un carrito que te ofrezca soluciones 0+: capazos amplios, compatibilidad con tus portabebés del coche, etc. La etapa de recién nacido dura poco, pero es muy intensa, y tener un carrito que se adapte facilitará tu día a día. ¡Y qué hay más tierno que pasear a dos bebés durmiendo plácidamente en sus capazos gemelares!

7. Accesorios y extras incluidos

Cuando comparas modelos, fíjate en qué accesorios vienen incluidos y cuáles tendrías que comprar aparte. Esto puede marcar diferencia en el precio final y en la conveniencia.

La cantidad de extras incluidos suele ir ligada al precio: carritos premium a veces incluyen más accesorios, mientras que en opciones económicas toca comprarlos aparte. Haz un listadito de lo que consideras imprescindible y pregunta o busca si el modelo lo trae. A veces el ahorro en accesorios incluidos puede justificar un modelo un poco más caro.

8. Precio y presupuesto

Hablemos claro: un carrito gemelar supone una inversión significativa, pero hay rangos muy distintos. Los precios pueden oscilar desde unos 300-500 € (modelos básicos o de oferta) hasta más de 1.500-2.000 € en sistemas de gama alta completos.

¿En qué fijarse respecto al precio? En que ofrece a cambio. Revisa la calidad de construcción, la duración potencial (¿te aguantará 3 años? entonces la inversión por uso se diluye). También valora la garantía y servicio: marcas reconocidas suelen tener 2 años de garantía y buen servicio técnico; con gemelos usarás el carrito intensivamente, es bueno tener respaldo si algo falla.

Truco de ahorro: algunos padres optan por carritos gemelares de segunda mano dado el alto coste nuevo. Si decides comprar usado, inspecciona bien estado de ruedas, frenos, chasis, etc. Y asegúrate que no sea un modelo muy antiguo que no cumpla normativas actuales. También hay la opción de venderlo después: gemelares premium suelen revenderse más fácil, recuperando parte del gasto.

En cualquier caso, establece un presupuesto máximo realista y trata de encontrar la mejor opción dentro de él que cumpla tus requisitos esenciales. A veces, gastar un poco más en el carrito que de verdad te facilita la vida es buena idea, porque lo usarás a diario en años cruciales. Otras veces, un modelo intermedio cubre al 100% lo que necesitas y te ahorras un dinero. ¡Tú conoces tu situación!

9. Comodidad y seguridad para los bebés

No podemos olvidar lo más importante: que tus bebés vayan cómodos y seguros en el carrito. Aquí entran consideraciones como:

En definitiva, un carrito gemelar debe ser un remanso sobre ruedas para tus pequeños: que puedan dormir, ir de paseo contentos y seguros. Observa los detalles ergonómicos: reposapiés para que no cuelguen piernas (los gemelares listados casi todos tienen), respaldos rectos en buena postura, etc. Y recuerda, ningún carrito sustituye la vigilancia: con dos, tendrás trabajo doble para estar pendiente, pero un buen carrito hará que estén a gusto y tú más tranquilo.

Preguntas frecuentes sobre los carritos gemelares

¿Qué es mejor, un carrito gemelar en paralelo o en línea (tándem)?

No hay una respuesta universal; depende de tus necesidades. Un gemelar en paralelo (lado a lado) da a ambos bebés la misma visibilidad y suele ser más fácil atenderlos porque los tienes juntos. En cambio, ocupa más ancho (entre ~65 y 80 cm según modelo) lo que puede dificultar pasar por espacios estrechos. Un gemelar en tándem (uno detrás de otro) tiene el ancho de un carrito normal (≈60-65 cm) y por tanto pasa por puertas y sitios estrechos más fácilmente. Sin embargo, al ir en línea uno de los niños puede quedar con menos campo de visión o más bajo, y el carrito es más largo, pudiendo ser un poco más complicado de maniobrar en giros cerrados. En resumen: si el espacio no es problema y quieres máxima comodidad e interacción entre tus gemelos, un paralelo suele ir muy bien. Si vives en un lugar con ascensores o puertas ajustadas, quizás necesites un tándem para no quedar atascado. Lo importante es medir tus espacios y considerar la experiencia que deseas (ver a ambos a la vez vs. tener un carro más compacto).

¿Caben estos carritos gemelares por puertas estándar y ascensores pequeños?

La mayoría de puertas estándar modernas miden entre 70 y 80 cm de ancho útil. Muchos carritos gemelares en paralelo están diseñados justo para no superar esos ~75 cm. Por ejemplo, el Bugaboo Donkey 5 mide 74 cm y “cabe por la mayoría de puertas estándar”; el Mountain Buggy Duet asombra con solo 63 cm de ancho, realmente como una silla individual, por lo que pasa prácticamente por todo. Otros modelos rondan 65-67 cm (Baby Monsters, Niu Vent Twin), también seguros para puertas comunes. Así que sí, un buen carrito gemelar debería entrar por una puerta normal. Ahora bien, si tu casa tiene puertas estrechas antiguas (<70 cm) o un ascensor diminuto, ahí incluso ciertos tándem podrían ser complicados en longitud. En esos casos extremos, opciones como el Duet (por anchura) o incluso considerar dos sillas individuales plegables podrían ser soluciones. Pero en la gran mayoría de situaciones, elige un modelo bajo los ~75 cm de ancho y no tendrás problema con puertas estándar. Siempre es prudente medir el ascensor: ancho y profundidad. Algunos gemelares caben de frente, otros quizás en diagonal. Y en ciertos ascensores tipo antiguos, tocará plegar un poco el carrito o subir de dos tandas (uno con bebés, otro con el carro). Son casos particulares; la mayoría de familias con gemelar logran entrar en sus ascensores tras un par de intentos de “tetris”.

¿Puedo usar un carrito gemelar desde el nacimiento?

¡Sí! Casi todos los carritos gemelares están pensados para usarse con recién nacidos, pero no directamente en la silla de paseo (hamaca) a menos que recline totalmente. Lo usual es utilizar capazos o sillas de coche (portabebés) durante los primeros meses. Muchos modelos incluyen capazos específicos o los venden por separado: es la solución más cómoda y ergonómica para bebés 0-6 meses, ya que van acostados completamente horizontales. Por ejemplo, el Jané Twinlink permite acoplar sus capazos Smart desde el día uno, el Bugaboo Donkey trae capazos de serie, etc. Otra alternativa es enganchar maxi-cosis (portabebés de auto) en el chasis: varios gemelares lo soportan, pudiendo colocar dos a la vez en modelos compatibles (como Donkey, Vista, Mountain Buggy…). Esto es muy práctico al salir del hospital o para trayectos en coche. Finalmente, hay carritos cuyas sillas reclinan casi flat y los declaran aptos desde nacimiento (p.ej. Baby Monsters Easy Twin reclina mucho y podrías usarlo con un reductor), pero aun así se suele recomendar capazos para un desarrollo óptimo del bebé. En conclusión, sí puedes usar un gemelar desde el nacimiento, solo asegúrate de configurar la opción adecuada (capazo o portabebés) para que tus recién nacidos vayan seguros y cómodos.

¿Hasta qué edad o peso puedo usar un carrito gemelar?

Dependerá del modelo, pero en general hasta que tus niños ya no necesiten carrito, que suele rondar los 3 o 4 años. Cada modelo tiene un peso máximo por niño: muchos soportan ~15-22 kg por asiento. 15 kg equivale aproximadamente a un niño de 3 años, 22 kg a uno de 4-5 años. Algunos carritos robustos llegan a 25 kg (unos 5-6 años), aunque es raro usar carrito con esa edad salvo situaciones particulares. Así que en términos de peso/edad, la mayoría de gemelares te cubrirán mínimo hasta los 3 años de los peques, y los mejores hasta los 4 largos. Lo más común es que cuando los gemelos cumplen ~3 años, ya caminan bastante y el uso del carro disminuye, quizás solo para trayectos largos o cuando se cansan. Otro factor es la comodidad de tamaño: a medida que crecen, puede que se sientan más apretados o incómodos en el carrito aunque no hayan alcanzado el peso límite. Ahí un modelo con asientos amplios se nota (por ejemplo, asientos XL de Easy Twin permiten más margen de crecimiento). En resumen, podrás usar el gemelar durante toda la primera infancia de tus hijos; probablemente dejarás de usarlo porque ellos querrán caminar y ser independientes antes de que el carrito no aguante más peso.

¿Es difícil manejar un carrito gemelar?

Es una pregunta común ¡y comprensible! La idea de empujar dos bebés a la vez puede asustar, pero los carritos gemelares modernos están diseñados para ser lo más manejables posible. Obviamente, pesan más que uno individual (llevas el doble de carga), pero muchos padres se sorprenden de lo bien que giran y ruedan. Modelos de calidad con buen chasis, ruedas adecuadas y buen reparto de peso se conducen con una sola mano en terreno llano. Por ejemplo, el City Mini GT2 Double es reconocido por su fácil manejo con una mano en ciudad, gracias a su manillar ajustable y ruedas con suspensión. Sí notarás diferencias: un gemelar paralelo muy ancho puede requerir más cálculo al pasar entre gente o en tiendas; un tándem muy largo puede necesitar más espacio para girar. También subir bordillos requiere un poco más de fuerza (recomendamos dar un empujoncito con pie en el eje si está muy cargado). Pero en general, tras unos días de uso le coges el truco y no es “el doble de difícil”. Muchos papás comentan que pensaban que sería como llevar “un tanque”, y al final no lo es, solo un poco más voluminoso. Eso sí, hay situaciones cotidianas donde necesitarás un pelín de ayuda o maña extra: entrar por puertas sin automático (toca abrir la puerta y empujar el carro a la vez – se puede), maniobrar en ascensores justos (paciencia y milímetros), o esquivar obstáculos en aceras estrechas. En resumen, manejar un gemelar no es tan difícil como parece gracias al diseño avanzado actual, pero conlleva su curva de aprendizaje y recordar que llevas un vehículo más grande que un carrito normal. ¡En poco tiempo serás un experto conductor de “trenecito” de bebés! 😉