Guía de compra. ¿Cómo elegir un buen carrito todoterreno?

A continuación, comparto contigo mis conocimientos y consejos para que sepas en qué fijarte al comprar un carrito todoterreno y cómo reconocer si realmente estás ante un buen producto que aguante el trote fuera del asfalto.

Índice

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Ruedas grandes y suspensión: la clave de un todoterreno

Si de verdad quieres un carrito capaz de enfrentar terrenos difíciles, debes mirar principalmente sus ruedas y sistema de suspensión:

  • Tamaño de las ruedas: los carritos todoterreno cuentan con ruedas de diámetro mayor al de un carrito urbano típico. Busca ruedas de al menos 8 pulgadas (20 cm) en las delanteras y 10-12 pulgadas (25-30 cm) en las traseras. Un mayor diámetro facilita rodar sobre obstáculos (piedras, raíces, bordillos) sin trabarse. Las ruedas pequeñas “se hunden” en cada bache, las grandes los superan.

  • Tipo de ruedas: las mejores suelen ser neumáticas (hinchables) porque aportan amortiguación natural al tener aire en su interior. Funcionan como las ruedas de bicicleta: adaptándose a irregularidades y con agarre óptimo en tierra o gravilla. ¿Contras? Pueden pincharse y requieren revisar la presión de vez en cuando. Si prefieres cero mantenimiento, hay ruedas de espuma EVA o PU “antipinchazos” que imitan en tamaño y dibujo a las neumáticas. Estas no se pinchan nunca, pero absorben un poco menos los baches (son más rígidas). También existen ruedas rellenas de gel, combinando ambas ventajas, aunque son menos comunes y algo más pesadas.

  • Suspensión: un verdadero todoterreno debe tener suspensión en las ruedas. Muchos carritos de paseo urbanos carecen de ella o solo la tienen muy básica. En cambio, los modelos todoterreno incorporan amortiguadores en las ruedas traseras y a veces también en las delanteras. Esto ayuda a que al pasar por un bache, el golpe lo “absorba” el muelle o elastómero de la suspensión y no la espalda de tu bebé. Si planeas caminar por caminos de tierra, empedrados o terrenos con baches, asegúrate de que el carrito tenga suspensión en las cuatro ruedas o al menos buenas suspensiones traseras. Algunas marcas top (Inglesina, Bugaboo, Jané…) incluso ofrecen suspensión ajustable en dureza: útil para adaptar el carrito al peso del niño o al tipo de terreno (blando vs duro).

En resumen: ruedas grandes + buen sistema de amortiguación = paseos más suaves en cualquier terreno. Este binomio es lo que convierte a un carrito en todoterreno de verdad. Si ves un carrito que se autodenomina “all-terrain” pero tiene rueditas pequeñas y duras, desconconfía, porque en la práctica no dará la talla fuera del pavimento liso.

3 ruedas vs 4 ruedas: ¿cuál es mejor para salir del asfalto?

Seguramente habrás notado que en el mundo de los carritos todoterreno abundan los modelos de 3 ruedas (también llamados tríos de jogging o carritos jogger). ¿Por qué? Estas son sus ventajas principales:

  • Al tener solo una rueda frontal, es más fácil “orientar” el carrito en terrenos irregulares. Piensa en un triciclo: siempre apoya bien en su terreno aunque haya piedras, porque tres puntos hacen siempre plano. En cambio con cuatro ruedas, si el suelo no está nivelado (ej. una piedra bajo una rueda), puede cojear un poco. Los 3 ruedas se adaptan muy bien a suelos desnivelados y giran con mayor suavidad en marcha rápida.

  • Suelen tener ruedas de mayor tamaño que los 4 ruedas convencionales y están pensados para correr o caminar ligero, con un diseño aerodinámico.

Ahora, ¿son todo ventajas? No exactamente. Los carritos de 3 ruedas también tienen sus inconvenientes frente a los de 4 ruedas:

  • Estabilidad en parado o giros muy cerrados: con tres ruedas, si el peso no está bien centrado, pueden volcar con más facilidad que un 4 ruedas. Esto se puede notar al subir o bajar escalones o cuando el niño se mueve mucho. Por eso es importante que los 3 ruedas todoterreno tengan base ancha y bajo centro de gravedad (la mayoría lo cumplen y por eso son estables en uso normal).

  • Tamaño: muchas veces los 3 ruedas son más largos, lo que puede dificultar maniobras en espacios estrechos o almacenaje.

  • Uso urbano: un buen 3 ruedas todoterreno va genial en parques y campo, pero algunos resultan menos prácticos en la ciudad, sobre todo si la rueda delantera es fija (o si es muy grande, puede chocar con estanterías, puertas, etc. en interiores).

¿Y qué hay de los carritos de 4 ruedas todoterreno? Son parecidos a un carrito tradicional pero vitaminado para campo: ruedas grandes, suspensión mejorada, chasis reforzado. Ofrecen:

  • Mayor estabilidad general: cuatro puntos de apoyo siempre dan equilibrio, especialmente al subir bordillos, entrar en transportes, etc.

  • Versatilidad: muchos 4 ruedas todoterreno se comportan casi como un cochecito normal en ciudad (giran bien, no son exageradamente grandes) pero además permiten aventurarse fuera de pista ocasionalmente.

  • Opciones dúo/trío: es más frecuente encontrar carritos todoterreno 4 ruedas que vengan con capazo, huevito, etc., es decir sistemas completos para todo desde recién nacido sin compras adicionales.

Entonces, ¿cuál elegir? Depende de tu uso principal:

  • Si eres deportista o vives en zona rural con senderos complicados, un 3 ruedas de calidad (tipo Thule, BOB, Hauck Runner) te dará mejor rendimiento en terreno muy irregular y al trotar.

  • Si quieres un carrito para todo uso, ciudad a diario y escapadas de fin de semana al campo, un 4 ruedas todoterreno te aportará ese balance entre manejabilidad urbana y resistencia fuera de ella. Por ejemplo, un Bugaboo Fox, Jané Crosslight o Inglesina XT van perfectos en ciudad y no te dejarán tirado en caminos de tierra.

En la lista anterior tienes ejemplos de ambos tipos para que valores pros y contras. Recuerda: lo más importante es la calidad de las ruedas/suspensión, no solo el número de ruedas.

Peso y tamaño: un equilibrio importante

Cuanto más robusto y preparado para terrenos difíciles es un carrito, suele ser más pesado y voluminoso. Esto es casi una regla general. Sin embargo, dentro de los todoterreno hay variaciones importantes de peso/tamaño que debes considerar según tu estilo de vida:

  • ¿Vives en un piso sin ascensor o con uno diminuto? Entonces fíjate en el peso del carrito. Modelos como el Jané Crosslight (~12 kg) o el Hauck Rapid 4 (9,4 kg) serán mucho más llevaderos que un Vizaro Onyx (casi 15 kg) subiendo escaleras. Cada kilo cuenta si vas a tener que cargar el carro a pulso frecuentemente. También, un carrito muy ancho puede no caber en tu ascensor antiguo: mide la puerta y compara con el ancho del cochecito (lo dimos en la tabla comparativa). Por ejemplo, el Hauck Roadster Duo gemelar con 76 cm entra justo en puertas estándar de 80 cm, pero olvídalo para ascensores de 60 cm de ancho.

  • ¿Tienes un coche pequeño? Presta atención a las dimensiones plegado. Algunos todoterreno, por muy buenos que sean, ocupan medio maletero. Si tienes un utilitario compacto, te interesarán modelos de plegado corto y plano: por ejemplo, el Bugaboo Fox 5 (89×53×34) o el Hauck Rapid 4 (84×54×30) caben mejor que otros como el Roadster Duo (89×76×42, gigantesco). Siempre puedes desmontar ruedas para reducir tamaño, pero es un paso extra engorroso si lo haces a diario.

  • ¿Planeas viajar en transporte público o moverte mucho por la ciudad? Aquí el volumen y la agilidad importan. Un carrito pesado y grande puede ser incómodo en autobuses o al sortear multitudes. Tal vez te compense sacrificar algo de “todoterreno puro” y optar por un modelo más compacto. Por ejemplo, un 3 ruedas de jogging es genial corriendo en el parque, pero en un autobús lleno puede ser un estorbo. En ese caso, un 4 ruedas todoterreno no tan ancho podría ser más práctico.

Lo ideal es encontrar el equilibrio: el carrito debe ser lo suficientemente robusto para tu uso off-road, pero lo suficientemente manejable para tu día a día. Piensa honestamente cuánto campo vs ciudad harás. Si la mayoría del tiempo será ciudad, prioriza que no sea demasiado pesado ni voluminoso. Si la mayoría será campo/pistas, acepta un poco más de peso por la estabilidad.

 

Tip: Algunos carritos todoterreno ofrecen versiones con chasis de aluminio ligero o incluso fibra de carbono (en gamas altísimas) para reducir peso sin perder resistencia. Investiga si el modelo que te gusta tiene ese plus.

Materiales duraderos y facilidad de limpieza

Los carritos todoterreno van a sufrir un uso más intenso y en condiciones más duras que un carrito de paseo convencional. Por eso, fíjate en la calidad de sus materiales:

  • Chasis y estructura: Mejor si son de aluminio reforzado o aleaciones robustas. Huyen del plástico en piezas críticas (un buen todoterreno apenas tiene plástico salvo embellecedores). Un chasis sólido no solo aguanta más peso sino que tolera los traqueteos sin aflojarse o romperse. Revisa también las uniones y ejes: las marcas de calidad los hacen de metal o con tornillos bien ajustados, mientras que carritos baratos a veces tienen remaches que con el tiempo cogen holgura. Si puedes probar el carrito, empújalo y trata de mover manillar y ruedas: si se siente “firme”, es buena señal; si baila o cruje con facilidad, quizá no resista un uso muy off-road.

  • Tejidos: Importante que sean resistentes a roces y fáciles de lavar. En el campo seguro se va a ensuciar con polvo, barro, etc. Lo ideal es que la funda sea desenfundable y lavable a máquina. Muchos carritos traen tratamientos hidrófugos (repelen algo el agua y las manchas) y anti-UV (para que el sol no destiña rápido). Comprueba en las especificaciones si las telas tienen algún tratamiento o certificación (Oeko-Tex en tejidos, por ejemplo). Y un consejo práctico: colores oscuros o estampados disimulan mejor la suciedad de tierra que colores claros lisos 😉.

  • Cestas y accesorios: La cesta inferior en un todoterreno conviene que sea amplia y sobre todo, elevada del suelo. Algunos carritos urbanos tienen la cesta muy cerca del suelo y al pasar por piedras puede arrastrar o golpear. Los modelos todoterreno suelen poner la cesta un poco más alta o con telas más fuertes. También es bueno que las cremalleras, botones o mecanismos estén bien protegidos del polvo (menos agujeros donde se meta tierra = durarán más antes de atascarse).

  • Frenos: Mejor si son de calidad, a poder ser metálicos o de buen plástico duro. Un freno defectuoso en bajada en terreno irregular puede ser peligroso. Marcas buenas como Thule, Bugaboo, etc., equipan frenos fiables. Comprueba también la correa de seguridad (los carritos de running siempre deben tener una correa atada a tu muñeca para evitar escapes).

En definitiva, un carrito todoterreno debería ser sinónimo de dureza. Lee opiniones de otros padres sobre la durabilidad: ¿Resisten las ruedas tras un año de uso intensivo? ¿Los frenos siguen bien? ¿Las telas aguantan? A veces conviene gastar un poco más en un modelo de marca reconocida que no se te desarme tras pocos meses de rutas.

Transpirabilidad y confort para el bebé

Aunque estemos hablando de carritos “camperos”, no olvidemos la comodidad del peque. Un buen carrito todoterreno no solo es fuerte, también debe ser cómodo y seguro para tu bebé:

  • Asiento acolchado y ergonómico: Busca que tenga buen acolchado, especialmente si vas a ir por baches (amortiguará junto con la suspensión). Además, que el respaldo sea rígido y recto cuando está erguido, para dar buen apoyo. Muchos carritos de gama alta incluyen cojines reductores o colchonetas transpirables de serie para mejorar esto.

  • Arnés seguro: Imprescindible arnés de 5 puntos, ajustable en altura a medida que crece. Que sea fácil de abrochar y difícil de que el niño lo libere por sí mismo. En rutas movidas, el arnés mantendrá a tu hijo en posición y evitará que resbale si el camino se empina.

  • Capota amplia: Al aire libre, una capota XL con protección solar (UPF 50+ a ser posible) y extensible para cubrir bien cuando el sol pega fuerte o si hay viento es muy necesaria. Muchos todoterreno traen capotas ventiladas (paneles con malla) para que corra el aire y el bebé no pase calor. Considera esto especialmente si harás senderismo en verano o correrás bajo el sol.

  • Ventilación: Relacionado con lo anterior, si vas a climas cálidos, fíjate si el carrito ofrece paneles de malla en los laterales o respaldo reclinable con posiciones ventiladas. Algunos capazos de modelos todoterreno incluyen rejillas para ventilación por abajo y capotas con secciones desmontables con mosquitera. Esto evita que el bebé sude demasiado en excursiones.

  • Espacio: Un bebé abrigado o un niño mayor necesitan suficiente espacio. Revisa las dimensiones del asiento y capazo. Por ejemplo, el Inglesina Aptica XT presume de capazo amplio de 79×37 cm, uno de los más grandes, ideal para bebés grandotes o uso prolongado. Si el capazo es pequeño, quizá a los 4-5 meses el bebé esté incómodo con ropa de invierno gruesa. Lo mismo con la silla: mira la altura del respaldo y anchura, para que no se le quede pequeña pronto.

  • Reclinación y posición: Si vas a pasar ratos largos de paseo, es importante que la silla tenga posiciones cómodas para dormirse. Lo ideal es reclinado casi horizontal (170-180°) para que el bebé pueda echar siestas. También un reposapiés ajustable ayudará a que las piernitas no queden colgando al dormir. Y para cuando esté despierto, que pueda ir bastante incorporado para mirar el mundo (muchos todoterreno, sobre todo los de running, no se sientan 100% rectos, sino algo inclinados para estabilidad; esto es un detalle a valorar según preferencias).

En resumen, no sacrifiques la comodidad por la aventura. Los mejores carritos todoterreno logran un equilibrio donde tu hijo ni se entera de los baches y puede disfrutar del paseo tanto como tú. Un bebé incómodo llorará y entonces da igual que tu carrito suba montañas… ¡no podrás disfrutarlo! Así que presta atención a esos detalles de confort.

¿Necesita mantenimiento un carrito todoterreno?

Esta es una duda frecuente. Al usar el carrito en tierra, barro, hierba, etc., es normal que se ensucie más que uno de ciudad. Un poco de mantenimiento alargará la vida de tu cochecito todoterreno:

  • Limpieza: Tras una salida por tierra o barro, conviene limpiar las ruedas y el chasis. Puedes usar un trapo húmedo para el chasis y llantas, y quitar el exceso de barro de las ruedas (si son desmontables, más fácil aún: las sacas y enjuagas). No hace falta obsesionarse, pero si guardas el carrito lleno de polvo o salpicaduras, con el tiempo puede afectar las articulaciones o provocar óxido en tornillos. También sacude o cepilla la cesta y tejidos para quitar arenilla.

  • Engrase: Las partes móviles (ejes de ruedas, muelles de suspensión, bisagras de plegado) agradecerán una gota de aceite lubricante de vez en cuando, especialmente si notas ruidos o que va menos fluido. Ten cuidado de no manchar los tejidos al engrasar. Con un mantenimiento cada pocos meses (o después de mojarse bajo la lluvia) es suficiente.

  • Ruedas neumáticas: Si tu carrito tiene ruedas de aire, revisa la presión cada cierto tiempo. Es normal que pierdan algo de aire con los meses. Llévalas a la presión recomendada por el fabricante (suele venir impresa en la rueda, ejemplo “máx. 30 PSI”). Unas ruedas bien infladas ruedan mejor y son menos propensas a pinchar. Y por supuesto, lleva siempre un kit anti-pinchazos (parches o incluso cámara de repuesto) en salidas al campo muy alejadas, por si acaso. Alternativamente, hay quien rellena las ruedas con líquido antipinchazos o cambia las cámaras por unas con gel para evitar problemas.

  • Lavado de fundas: Cada cierto tiempo, quita las fundas del asiento, arnés, etc. y lávalas según instrucciones (muchas a máquina en ciclo suave). Esto no solo es higiene para el bebé, sino que elimina polvo que podría afectar tejidos a largo plazo. Asegúrate de que estén bien secas antes de volver a montarlas para evitar humedad.

  • Almacenaje: Si vas a guardarlo temporada larga (ej: invierno lluvioso que sales poco, o guardarlo para un segundo hijo), límpialo a fondo y guárdalo en un lugar seco. Evita sitios con humedad para que no coja moho en telas ni óxido en piezas metálicas. Una funda o bolsa de almacenaje ayuda a que no acumule polvo.

En general, un carrito todoterreno no requiere mucho más mantenimiento que uno normal, solo un poquito de cuidado tras usos intensivos fuera de casa. Si haces esto, te durará años en buenas condiciones.

¿Qué seguridad y homologaciones debe tener?

Todo carrito vendido en la UE debe cumplir la normativa de seguridad EN 1888. Esto asegura unos estándares mínimos (frenos, arneses, estabilidad, materiales no tóxicos, etc.). No compres carritos que no estén homologados o de dudosa procedencia solo por baratos; es la seguridad de tu bebé. Los modelos listados aquí son de marcas conocidas y cumplen sobradamente.

 

Aun así, algunos todoterreno tienen extras de seguridad:

  • Freno de mano (útil en carritos de running para controlar bajadas).

  • Reflectantes o colores llamativos para ser visible si paseas cerca de carreteras o con poca luz.

  • Bloqueo automático al plegar para que no se abra solo.

  • Correas de sujección de capazo a chasis (si el capazo no es rígido encajado, los blandos suelen llevar arneses para fijarse).

  • Si es gemelar: frenos potentes que logren detener más peso.

También, si vas a correr, busca modelos certificados para jogging. Por ejemplo, Thule, BOB, Baby Jogger hacen pruebas específicas de estabilidad a velocidad. No todos los carritos 3 ruedas son aptos para correr de verdad; a veces el fabricante lo dice claro (“apto para running hasta X km/h”).

¿Y qué pasa con el precio?

En la lista que hemos hecho de «mejores carritos todoterreno» hemos visto carritos todoterreno desde menos de 200 € (Hauck Rapid 4) hasta otros que superan los 1000 € (Bugaboo, Inglesina). ¿Vale la pena gastar tanto? Depende de tu situación y uso:

  • Si solo vas a hacer rutas ocasionales y tu presupuesto es limitado, hay modelos baratos que te harán el servicio (un Hauck, incluso un Chicco Activ3 usado, etc.). Quizá no duren 5 años intactos, pero para un uso moderado cumplen.

  • Si eres de excursiones semanales o pretendes usar el carrito con varios hijos durante años, invertir en uno bueno es lógico: aguantará mejor el trote y mantendrá más valor de reventa incluso.

  • La gama alta aporta comodidad extra, acabados lujosos y a veces diseños más bonitos, pero en términos de funcionalidad todoterreno pura, un modelo de gama media puede ser casi igual de eficaz. Valora si realmente quieres/impones ese plus de confort y estilo.

También considera que muchos carritos premium vienen con packs completos (capazo, silla, accesorios) ya incluidos en el precio, mientras que en gamas bajas debes comprar cosas aparte. A veces al sumar extras el precio se acerca. Haz cuentas globales antes de decidir.

 

Recomendación: Si dudas entre dos modelos de distinto precio, fíjate en las garantías y valor de reventa. Marcas buenas ofrecen garantías largas (2 años mínimo, algunas cubren chasis 3-5 años). Y suelen revenderse mejor de segunda mano, recuperando parte de la inversión. Un carrito barato de marca desconocida quizás a los 2 años no tenga ni compradores de segunda mano interesados, o ni repuestos si algo falla.

Aun así, algunos todoterreno tienen extras de seguridad:

  • Freno de mano (útil en carritos de running para controlar bajadas).

  • Reflectantes o colores llamativos para ser visible si paseas cerca de carreteras o con poca luz.

  • Bloqueo automático al plegar para que no se abra solo.

  • Correas de sujección de capazo a chasis (si el capazo no es rígido encajado, los blandos suelen llevar arneses para fijarse).

  • Si es gemelar: frenos potentes que logren detener más peso.

También, si vas a correr, busca modelos certificados para jogging. Por ejemplo, Thule, BOB, Baby Jogger hacen pruebas específicas de estabilidad a velocidad. No todos los carritos 3 ruedas son aptos para correr de verdad; a veces el fabricante lo dice claro (“apto para running hasta X km/h”).

Prueba el carrito si puedes (¡y aprovecha las noches de prueba cuando existen!)

Lo mejor antes de comprar es probar el carrito en persona. Ve a una tienda especializada con terreno de prueba si es posible: algunas tienen rampas, suelos rugosos, etc., para que sientas cómo se comporta. Prueba a plegarlo tú mismo, a levantarlo, a maniobrar con una mano… Así sabrás de primera mano si te apañas con él.

No siempre se puede probar en tienda (quizá compras online por oferta). En tal caso, mira reviews en vídeo, opiniones de otros padres en foros… Y muy importante: fíjate en la política de devoluciones. Algunas marcas o tiendas ofrecen “noches de prueba” o devoluciones sin compromiso en X días. Por ejemplo, en carritos no es tan común como en colchones, ¡pero algunas tiendas online dan 30 días para devolver si no te convence! Infórmate porque esto da tranquilidad: lo pruebas en tu día a día y, si resulta que no cabe en tu ascensor o te duele la espalda empujarlo, puedas cambiar de modelo.

¿A quién le recomiendo (y a quién no) un carrito todoterreno?

Los carritos todoterreno no son para todo el mundo. Si vives en un apartamento pequeño en pleno centro urbano, sin coche y con todo asfaltado alrededor, quizá un carrito ligero o compacto sería más idóneo y un todoterreno sería “demasiado coche” para tus necesidades. Sonríes al ver sus ruedas grandes, pero luego sufres cargándolo en el bus 😅.

 

Recomiendo un carrito todoterreno a:

  • Familias que disfrutan pasando tiempo al aire libre: parques grandes, campo, playa (arena dura), senderos, etc.

  • Quienes viven en entornos rurales o barrios con aceras en mal estado, calles empedradas tipo casco antiguo… Un todoterreno hará vuestra vida diaria más fácil.

  • Padres/madres deportistas que quieran integrar al bebé en su rutina de running o largas caminatas.

  • También para terrenos con nieve en invierno, los todoterreno van mejor (ruedas grandes avanzan en nieve ligera donde unas pequeñas patinarían).

¿A quién no lo recomiendo tanto?

  • A familias que solo se moverán en ciudad llana y valoran más la ligereza y compacidad. En ese caso, un carrito urbano o una silla ligera + portabebés puede ser mejor opción.

  • Si vives en un 5º sin ascensor… un todoterreno de 15 kg puede ser tu pesadilla diaria. Mejor buscar alternativas más livianas, o un mix de carrito para diario ligero y uno todoterreno secundario para escapadas (si te lo puedes permitir).

  • Para viajar en avión frecuentemente: estos carritos no suelen ser aptos cabina ni ultracompactos. Quizá necesites comprar una bolsa de viaje y facturarlo, con riesgo de golpes. En viajes, muchas familias optan por sillitas de paraguas baratas para no arruinar su carrito caro en el avión.

En conclusión, compra un todoterreno si realmente vas a aprovechar sus ventajas. Si no, podría resultarte aparatoso. Y si lo necesitas pero te asusta su manejo en ciudad, considera complementarlo: por ejemplo, tener un todoterreno robusto para casa/aventuras y una sillita ligera barata para recados rápidos o viajar. Así cubres todos los frentes.

Otras dudas frecuentes sobre carritos todoterreno

¿Qué características debe tener un cochecito para considerarse todoterreno?

Principalmente, ruedas grandes y buena suspensión. Además, un chasis resistente que no se deforme con usos exigentes. Si tiene esas tres cosas (ruedas, amortiguación, chasis sólido), podemos decir que es todoterreno o “all-terrain”. Otros pluses son tejidos resistentes a la intemperie, frenos fuertes y estabilidad. Pero sin ruedas ni suspensión adecuadas, cualquier carrito sufrirá fuera del asfalto.

¿Puedo usar un carrito todoterreno en ciudad a diario?

¡Por supuesto! No hay ninguna prohibición 😄. Solo ten en cuenta que será un poco más voluminoso que un carrito urbano estándar. Muchos padres optan por usarlo a diario igualmente porque valoran la comodidad (para el niño y para empujarlo, ya que ruedan muy suave). Eso sí, si tu rutina diaria incluye subirlo a un autobús o metro abarrotado, quizás no sea lo más práctico por tamaño. Pero para pasear por aceras, hacer recados, etc., un todoterreno sirve igual que cualquier otro, con la ventaja de que si te topas con una calle en obras o un parque, no tendrás problema.

¿Son mejores las 3 ruedas o las 4 ruedas todoterreno?

No hay una respuesta universal; depende del uso. En general:

  • 3 ruedas: mejores para correr y terrenos muy irregulares, giros amplios.

  • 4 ruedas: más estables al parar y en giros cerrados, más versátiles para uso mixto.
    Lo importante es la calidad de la fabricación en ambos casos. Un buen 4 ruedas puede superar a un mal 3 ruedas y viceversa. En nuestra lista hemos incluido de ambos tipos porque cada uno tiene su público.

¿Puedo llevar a un recién nacido en un carrito todoterreno?

Sí, pero asegúrate de que el carrito esté preparado para ello. Normalmente necesitarás un capazo o una silla completamente reclinada con cuña para recién nacido. Muchos carritos todoterreno 3 ruedas no vienen con capazo (porque se centran en la silla de paseo para niño más mayor), aunque a veces tienen uno opcional. Los 4 ruedas todoterreno tipo dúo/trío sí suelen incluir capazo. Un recién nacido debe ir tumbado totalmente plano y bien protegido. Y muy importante: no hacer recorridos muy bruscos con un recién nacido. Aunque el carrito pueda, el bebé es frágil; espera a que tenga unos meses antes de aventurarte por terrenos muy bacheados o antes de correr empujándolo.

¿Merece la pena comprar un carrito todoterreno de segunda mano?

Puede ser una buena idea porque te ahorras dinero, pero revisa bien el estado:

  • Comprueba las ruedas (desgaste, si mantienen aire, si giran bien los rodamientos).

  • Mira que la suspensión no esté vencida (que los muelles funcionen).

  • Prueba el plegado y frenos; que todo enganche correctamente.

  • Observa holguras en el chasis (un poco es normal tras uso, pero que no esté “bailando” todo).
    Si todo está en buen estado, un todoterreno de segunda mano de buena marca puede salirte redondo, ya que están hechos para durar. Solo desconfía si ves grietas, óxido fuerte o mecanismos rotos; la seguridad es lo primero.